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Hace 3 décadas murió la Reina

  • Por Marco Castilla
  • 16 jun 2016
  • 3 Min. de lectura

Un 16 de junio, pero de 1986, saldría a la luz uno de los discos que marcarían el rumbo de la música, un material que se convertiría en estandarte de sus creadores, que lograrían un boom a nivel internacional.

Hablo, sin duda alguna, de The queen is dead, el tercer álbum de estudio de la banda británica The Smiths. A pesar de ser un tema bastante debatible, es considerada la producción más icónica de la agrupación y de donde surgirían varios himnos de la cultura pop mundial.

Morrissey y Johnny Marr conformaban una dupla imparable de composición, donde disco tras disco lograban crear canciones que llegaban a lo más profundo de las masas, con un estilo sombrío y temáticas tan deprimentes que era prácticamente imposible que los adolescentes no conectaran con la banda.

Corría el año 1984 y la banda lanzaría su primer álbum homónimo, con temas como 'Hand in glove', 'What a difference does it Make' y la favorita de tantos 'This charming man', material con el que lograron sorprender a la escena de Manchester y conseguir una abrupta popularidad en gran parte de Inglaterra. Su segundo álbum, Meat is murder, logró alcanzar el número 1 en las listas de popularidad británicas y hasta cruzar el charco, llegando a las listas norteamericanas.

La brecha era enorme por superar, luego de varios éxitos atrás, pero la banda estaba lo suficientemente firme como para lograrlo. The queen is dead es un nombre bastante fuerte para su época, y es que dejaba en claro la postura antimonárquica de Mozz y Marr, quienes consideraron llamar al álbum Margaret on the Guillotine. Creo que fue bastante acertado el cambio.

Para el lanzamiento del álbum se pensó en tener como primer sencillo 'There is a light that never goes out' , una tremenda joya y una de las canciones más representativas de la banda, que luego de 30 años ha logrado atravesar la barrera del tiempo y seguir siendo un himno entre las multitudes. Luego de una larga discusión, 'Bigmouth Strikes Again' terminó siendo una pieza más sarcástica y cruda en comparación con la anterior balada romántica.

Con temas como 'I Know It´s Over' o 'He had no one ever', con un estilo tan deprimente, tan solitario, al más puro estilo de Mozz, sin lugar a dudas fue como musicalizar la frustración de muchos adolescentes en su etapa de crecimiento.

Otros temas políticamente incorrectos, como "Frankly, Mr. Shankly" o 'Some Girls are bigger than other', que dieron mucho de que hablar en la época, lograron poner en lo alto a los Smiths, no sólo como un puñado de adolescentes deprimidos, con canciones melosas para entretener al público, sino demostrando que también tenían un mensaje por lanzar, que a pesar de su estilo tan light lograban ser contestatarios.

Sin temor a equivocarme, The queen is dead es una obra de arte, muy adelantada a su época, y que luego de 30 años de su lanzamiento sigue sonando actual, fresco y revolucionario. Desafortunadamente, este disco significó el declive de la banda, y luego de tantos años nos seguimos preguntando si algún día Morrissey y Marr nos regalarán la reconciliación.

Por lo pronto no nos queda más que celebrar el 30 aniversario de esta magnífica pieza por parte de una de las mejores bandas inglesas de todos los tiempos, The Smiths.

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