6 décadas del nacimiento de una leyenda
- Por Marco Castilla
- 16 jul 2016
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Un 15 de julio de 1956 el mundo recibía a una de las figuras más emblemáticas en la historia de la música, desafortunadamente para todos, esa estrella se apagó rápidamente, dejando un vacío que hasta la fecha muchos han intentado llenar, sin lograr algo por lo menos respetable.
Ian Kevin Curtis, nacido en Manchester,introvertido, gris, con una apatía singular contra el mundo en general. Los intereses para Curtis eran 2 y bastante importantes que fueron el parteaguas para que lograra maravillas ya en la adolescencia. Un gran fanatismo por la literatura, con autores como Franz Kafka, Jean Paul Sartre, Dostoevskkij o Burroughs, que desarrollaron en el una lírica insuperable.
Con el paso del tiempo terminó volcándose más por la música, con íconos como David Bowie, Lou Reed e Iggy Pop, que irónicamente se convertiría en el soundtrack de su deceso. 1976 se convertiría en la pieza clave en su carrera, al asistir a un concierto de los controversiales y autodestructivos Sex Pistols, donde coincidió con los genios que le darían el impulso necesario para llegar a ser una leyenda. Peter Hook y Bernard Summer, que ocuparían el bajo y la guitarra respectivamente y aportarían el sonido tan sombrío que los caracterizó. Más tarde se les uniría Stephen Morris para así conformar lo que en ese entonces sería ‘Warsaw’; debido que el nombre se podría confundir con una banda londinense llamada ‘Warsaw Pakt’ decidieron cambiarlo.

Joy Division sería su nueva bandera, que dicho sea de paso el nombre hace alusión a uno de los campos de concentración que usaban los Nazis como prostíbulo y que es mencionado en la novela de Yehiel Fiebre, La casa de las muñecas. El panorama a finales de los 60´s era desalentador, la juventud marcada por la desigualdad social, un indice enorme de desempleo, falta de oportunidades y el Punk que en su momento fue el resultado de una poción critica de la sociedad comenzaba a estancarse y a gritos pedía una renovación, llegarían bandas como The Cure,Echo & the bunnymen, Gan of four y Joy Division con una entrada triunfal lograron una total revolución musical llamada Post Punk.
Pronto lanzarían su EP ‘An ideal for living’,con el que comenzaron a ganar popularidad local, llamando al atención de Tony Wilson, dueño del sello Discográfico Factory Records, que se dice fue tal su compromiso con la banda que firmo el contrato con su propia sangre. Presentaciones en la BBC, teloneros de The Cure, la fama crecía a la par de los problemas de salud de Curtis, que en su momento supo canalizar con el baile, aplicado en sus presentaciones que era la sensación,a tal grado que esos movimientos tan extremos eran confundidos con sus ataques de epilepsia, ganando el mote de ‘epilepsy dance’.
En abril del 79 entran al estudio a grabar Unknown Pleasures que se convertiría en un disco de culto y uno de los mejores álbumes debut de todos los tiempos. Bajo la tutela de Marttin Hannett y el diseño de portada de Peter Saville, lograrían una obra maestra, al grado que Warner Bros., les ofreciera un millón de dólares para que la producción llegara a Estados Unidos, oferta que los ingleses jamás respondieron.

La salud de Curtis iba en picada, comenzaba a tener cierta dependencia a los fármacos y le generaron un cuadro de bipolaridad, el excesivo ritmo de trabajo y signos de depresión en el front man se reflejaban en el escenario donde en diversas ocaciones tuvo ataques de epilepsia en plena prestación. También su vida personal empeoraba, su relación extramarital dejaba de ser un secreto, lo cual sepultó por completo su relación con su esposa Deborah con quien ya tenía una hija.
A finales de 1979 graban el sencillo Love Will Tear Us Apart, que se convertiría en uno de los temas más emblemáticos de la banda; llegaría marzo de 1980 y entrarían nuevamente al estudio para trabajar en Closer, la segunda placa de los ingleses. Este segundo álbum producido también bajo la mano de Hannett, sería la consolidación del estilo de Joy Division, llegando a ser aún más obscuro, los sintetizadores se convirtieron en el protagonista del disco.
El 2 de Mayo de 1980, Joy Division se presentaba en la Universidad de Birmingham, considerado el último concierto de la agrupación, donde curiosamente fue la única ocasión que tocarían Ceremony, que años después adoptara y re-versionara New Order, agrupación que se formó con los miembros restantes de Joy Divison.

El 18 de Mayo de 1980 sería el día mas sombrío para Joy Division, luego de un ritual bastante extraño por parte de Curtis. Una jarra de café, mirando la película de Werner Herzog, después una botella de whisky escuchando The idiot de Iggy Pop el ícono del post-punk terminaría con su vida colgándose de un tendedero. Ian fue incinerado y sepultado en Macclesfiel con la pequeña inscripción ‘Love will tear us apart’.
El 17 de Julio de 1980, Closer el segundo material de la banda, Peter Savile quien se encargo del disco de portada utilizó una fotografía de la tumba de la familia Appiani en el Cementerio Monumental de Staglieno en Génova, Italia, como un pequeño tributo a Curtis.
A 60 años del nacimiento de uno de los pilares de la historia de la música, aún lamentamos su partida, su legado seguirá trascendiendo la brecha generacional que en poco tiempo se convirtió en una leyenda.
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