Te veré volver… Cerati
- Por Marco Castilla
- 11 ago 2016
- 2 Min. de lectura

“En viaje hacia la redención, la luz no deja de pulsar”
Un 11 de agosto de 1959, Argentina sería testigo del nacimiento de uno de los artitas más completos e importantes de su historia. El barrio de Barracas su primera escuela, The Police, Queen y The Cure sembrarían su eterno amor por la música, que lo llevarían a ser uno de los monstruos de latinoamérica.
Gustavo Adrián Cerati, que en su juventud le tocó estar en una lucha eterna por llevar a flote la música hecha en español, que creció junto a las leyendas argentinas, como Charly García, Andrés Calamaro o Fito Paez, logró no solo un estilo propio, también brillar con su propia luz, convertirse en un referente importante para todas las generaciones.
Su primer triunfo se llama Soda Stereo, que de tocar en la escena local argentina, dio un vuelco repentino logrando un alcance inimaginlable, llegando a millones de oídos latinoaméricanos. Sus grandes dotes en la guitarra, un sonido fresco, un ensamble perfecto se convertirían en un ¡boom!, cuando el folklor era el común denominador de las radiodifusoras o lo anglosajón era la propuesta de mayor peso.
Siempre marcando tendencia, su manera de jugar con efectos electrónicos, letras bien nutridas, creaban una atmósfera músical que dieron como resultado himnos que rompieron la brecha generacional, que a pesar de los años suenan vigentes. Los puristas rechazaron la separación del grupo y castigaron el lanzamiento de Cerati como solista, pero cometían un gran error, pues estaban apunto de presenciar el nacimiento de una leyenda.
Gustavo osciló entre lo sinfónico hasta lo electrónico, siempre en contra de cualquier tendencia; con 5 Álbumes de estudio, 2 bandas sonoras, dos materiales en vivo, 11 premios Grammy Latino, no solo consiguío reivindicarse con sus fans de antaño, también coquistó a las nuevas generaciones.
El 15 de mayo del 2010 el argentino sufrió un accidente cardiovascular que lo llevaría a un limbo entre la vida y la muerte por cuatro largos años, donde la esperanza fue lo último en morir. Hoy ‘Gus’ habría cumplido 57 años, con un camino largo por recorrer y mucha música por obsequiarnos. Ese 4 de septiembre la estrella se apagaría, una muerte que aún duele, pero que deja un legado impresionante, que perdurara infinitamente.
“separarse de la especie, por algo superior, no es soberbia, es amor…Poder decir adiós es crecer"
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