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El objeto antes llamado televisión

  • Por Marco Castilla
  • 23 ago 2016
  • 4 Min. de lectura

Lo que Rio se llevó

Se nos terminaron los Juego Olímpicos, es momento de esperar 4 largos años para poder disfrutar de nuevo de semejante espectáculo; luego de dos semanas de competencias y de todos aquellos fenómenos deportivos que acaparan la atención de todos, sería importante analizar qué fue lo que dejó a su paso dicho evento, por lo menos en México.

Fue a principios de este año cuando nos enterábamos que los grandes consorcios televisivos , Televisa y Tv Azteca se quedaban sin los Olímpicos. Todo gracias a que el señor Slim, se los madrugó y compró los derechos de transmisión, dejando al público sin los atinados comentarios de los grandes expertos, así como los grandes reportajes y rutinas deportivas que cada 4 años nos traen. El chiste se cuenta solo.

Si lo observamos de manera objetiva, el señor Slim terminó haciéndoles un favor a las dos televisoras, pues es bien sabido que sus finanzas no andan nada bien y con esto evitaron gastar tanto en la licencia de transmisión, así como el traslado de equipo y personal a Brasil. Esperemos que con ese gran ahorro, todos los recortes en su programación y sus supuestas restructuraciones, nos ofrezcan algo que valga la pena.

Sin ambas compañías, el reto era importante para Claro Sports , pues a pesar de tener prácticamente el camino libre, se necesitaba una transmisión de calidad que lograra captar la atención del televidente. Al parecer el equipo de marketing de Claro Sports, no hizo lo suficiente para anunciar que contarían con la justa de verano, pues me llegué a topar con comentarios en redes sociales preguntando por algún link para poder ver la transmisión.

Claro sports a demás de contar con su página de internet, lanzó una aplicación gratuita, pero no le fue suficiente para ganarse al público. Algunos analistas de la compañía se destacaban, pero nada extraordinario, faltó carisma, por lo menos a mi algo no logró engancharme y celebraba tener una competencia con solo el audio de ambiente. Y ni hablar de las fallas técnicas que estaban a la orden del día, fallos en transmisión, en audio y el obligado cúmulo de publicidad que tienes que chutarte para poder ver una de las competiciones.

Para fortuna de todos, este bache para las televisoras de siempre, se convirtió en un amplio abanico de opciones para poder ver los juegos tanto en tele abierta como de paga. Para empezar la mayoría de las transmisiones con las que se contaban aparte de claro sports fueron mejores en todos los aspectos, pero el reto principal siempre será sin duda el programa nocturno donde disfrutamos el resumen de toda la jornada deportiva.

Comenzamos con ESPN, que cuenta con el experimentado José Ramón Fernández, que hasta la fecha, bajo mi humilde opinión sigue siendo el mejor periodista deportivo de México, logrando de la mano de David Faitelson tener un programa nutrido y con una estructura que cumple con lo necesario, que es mantenerte informado. ¡Lástima!, un evento deportivo más sin contar con la participación de Andrés Bustamante, estos no han sido lo mismo sin su ingenio y humor inigualable, ahora los de estómago fuerte se chutaron al Werevertumorro, ¡que deprimente!

Siguiendo con los canales de paga tuvimos a FOX Sports, con su programa FOX en Rio, teniendo al frente a José Pablo Coello y Alex Blanco, si bien estas son las cartas fuertes de la cadena estadounidense, creo que alguien no hizo bien su chamba al elegirlos. Todo indica que alguien copió el formato con el que contaba Televisa y decidieron recrearlo en tele de paga. ¡Claro! no podía faltar la belleza de Jimena Sánchez, y menciono lo anterior porque no encuentro algún otro atributo con el que cuente, en pocas palabras mucha nalga y cero cerebro.

Es una tristeza la infraestructura con la que cuenta el canal, para desperdiciar el dinero de esa manera.

Sorpresivamente los canales de subsidio gubernamental se pusieron las pilas y lograron algo que se aplaude. Tuvimos la transmisión de Una voz con todos, que pertenece al Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, que durante las 3 semanas fue el canal de televisión abierta que contó con más variedad en la transmisión de competencias, pero ¡ah que costo!, los conductores más apáticos que encontraron, que no tenían la menor idea de lo que eran unos Juegos Olímpicos, no conocían el nombre de todos los países que competían y hasta les cambiaban el nombre y con todo respeto, de pena ajena que la producción no haya invertido más en el vestuario. Playeras Polo y un vil parche corriente fue la inversión.

Canal 22 tuvo un buen desempeño, lástima que contaban con la misma transmisión de canal 21 y 34, así que los que no querían ver por ejemplo el fútbol, pues !qué se jodan!

Rio Suena, fue el programa nocturno que nos ofrecieron, con Javier Solórzano al frente, que si bien el señor es muy culto, para el deporte aún está muy verde, ahí tenía que salir al rescate Alberto Latí, que Televisa ya tendría que estarse lamentando al deshacerse de esta joyita, que era de lo rescatable de ese canal. El tipo es extraordinario, aún le falta presencia, pero su gran conocimiento deportivo ayuda bastante. El programa aportaba poco, los debates eran flojos y le daban poco tiempo a los expertos invitados.

Llegamos a la que sin duda me atrevo a decir, fue quién acabó con todos, Canal Once, que si bien el tiempo de transmisiones era menor a las de su competencia, era un deleite el seguir cada justa con un experto en la metería, no a los mil usos de cada canal.

El señor Nelson Vargas, que si bien en algunas ocasiones hizo comentarios poco atinados y su voz no se encuentra en las condiciones más optimas, era un privilegio escucharlo narrar dichas competencias, con su experiencia y amplio conocimiento en la metería. Once en Río, bajo la batuta de Ricardo Raphael, era lo que la gente realmente necesitaba ver, resúmenes con debates excelsos y bien fundamentados, una rica sección cultural, cápsulas interesantes; fueron los culpables de mis desvelos en las últimas semanas. Al final no solo es mi opinión, los resultados del raiting en olímpicos, le dieron la presea de oro al Once.

Tendrían que aprender un poco los monstruos televisivos, de canal once, acabaron con el estigma de "la televisión pública es aburrida". Esperemos que pronto se cambien el chip, porque honestamente ya se los cargó la... olimpiada.

Foto: Web.

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